miércoles, septiembre 15, 2004

Vida diaria

Bueno, voy a contar un poco cómo vienen las cosas con mi hijo, Ignacio.
Este sábado que pasó, cumplió 10 meses, es increíble cómo pasa el tiempo, pero ahí está, grandote, expresivo, (y gracias al supremo) rebozante de salud.
En estos días noté cambios bastante grandes, desde la habilidad para moverse por toda la casa arrastrándose, hasta la viveza de recoger cosas del piso que son imperceptibles para mi.
La verdad es que son innumerables las cosas que hace y se me hace bastante difícil contarlas, pero a medida que vaya acordándome voy a ir agregando.
En lo sucesivo, voy a ver cómo puedo hacer para subir fotos al blog, en principio creo que voy a poder conseguir un scanner, así que se me va a ser más fácil digitalizar las fotos para poder compartirlas con quien sea.
Me encanta cuando llego a la noche y mira de reojo la puerta a ver quién entra, y se desespera para que me acerque a él para que lo alce o le haga algo que lo divierta, del mismo modo, me doy cuenta también que cuando se manda alguna macana, sabe por mi cara que no está todo bien y que algo mal hizo, muchas veces no sé si me mira sin saber qué es lo que me pasa o si directamente me está desafiando.
Por ahora es eso lo que se me ocurre contar acerca de mi vida con él, cuando se vayan sucediendo cosas que valga la pena contar voy a publicar otro texto.

No hay comentarios.: