sábado, agosto 06, 2005

Recuerdos que me trae la almohada

Siempre antes de dormir, me quedo pensando cosas (muchas de ellas son pavadas). Eso me ayuda a conciliar el sueño.
Y entre esas pavadas, me acordé de que cuando era chico, vivía en San Miguel e iba a la escuela, tendría unos 11 ó 12 años.
Recuerdo que había unos graffitis en algunas paredes que decía: “Efecto Freud” y tenia una amiguita con la que además de ser compañera de grado, viajábamos juntos en el colectivo, por que éramos vecinos del barrio y ella me decía que esa inscripción la ponían unos patoteros, y si te escribían eso en la pared de tu casa, significaba que te iban a moler a palos...
Mito infantil.
Y yo le creí, era mi amiga, cómo no creerle?
Además, (y que esto quede entre uds. y yo) me gustaba, lo que decía para mi era todo una absoluta verdad, como cuando me dijo que me quería como “amigo”...
Respuesta femenina, si las hay.
Me recuerda al aviso de una gaseosa de que el locutor les dice a las chicas que su mejor amigo, lo que menos ganas tiene, es de ser su amigo.

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