domingo, febrero 06, 2005

Nota

Voy a transcribir un fragmento del texto que salió en Clarin.com, sobre la peatonal Florida, que refleja lo que pienso últimamente de esa calle, y que nunca supe escribir por mi falta de locuacidad. Acá va:

24 hs en Florida
Son once cuadras que resumen los grandes contrastes nacionales.
Sus habitantes: desde estatuas vivientes hasta ejecutivos, comerciantes, aventureros y vecinos. De día, está plagada de turistas. De noche, es territorio de desesperados. Es la peatonal más célebre. Pasen y vean.

Por culpa de ese tipo que pasó apurado y le dio en el hombro como quien se defiende en un scrum, ella trastabilla y emboca el taquito en la ranura de uno de los baldosones de granito blanco, gris y negro con los que se tapizó a la peatonal en 1999 y que ya está flojo. Un joven de pulsera de oro la intercepta para ofrecerle camperas de cuero y cashemires en un idioma que no le resulta familiar. Curioso, ¿no? Ella, que nació en Flores, no le entiende. El promotor -que los habitués llaman farolito- no logra arrastrarla hasta la tienda que acepta reales, dólares o euros pero se conforma con darle una tarjeta de papel madera que ella hace un bollito mientras se aleja de perfil a un Quinquela Martin -Rincón de la Boca, de 1962- que cuelga en la puerta de la Galería Museo Aguilar, al 900. A menos de un metro del óleo que según la chica de la galería es original y cuesta 46 mil dólares, un par de pibes de pantalón de gimnasia arremangado repasa los teléfonos públicos. Alientan la quimera de que alguno se haya dejado un vuelto. Tres cuadras más allá, donde la numeración baja, una voz arrabalera exhorta a colaborar con una moneda o un aplauso al tiempo que, contra la pared, una señora de pelo blanco y delantal celeste de la Cruz Roja toma la presión por un peso y hace crucigramas mientras tanto. Sin derecho ni revés, sin mano ni contramano, la calle Florida, que figuró en el primer plano de la ciudad que Juan de Garay trazó en 1582, supo calcar los contrastes y rarezas de la Argentina de hoy para pasarlos en limpio en una versión portátil de doce cuadras, once de las cuales son peatonales. Allí donde la peatonal gatea y los extranjeros fotografían los ecos de protesta de la patria ahorrista aniquilada a fines de 2001, Florida se hace carne con la City finaciera y se decora de bancos y oficinistas que apuran la digestión en las vidrieras antes de volver al escritorio.Entre Corrientes y Córdoba, el salón de Buenos Aires -como se la bautizó a mediados del siglo pasado- hace subir a escena una función continuada que, a modo de vía crucis urbano, impone paradas ante artistas callejeros dispuestos a no perderse el cuarto de hora feliz que cuenta con el auspicio de los turistas llegados a estas costas tras la devaluación. "Me mudé de Recoleta a Florida porque acá vendo diez discos por semana", comenta Baldomero, un trovador curtido por el sol que en la esquina de Florida y Córdoba lo deja como recién salido de una cama solar. Apoyado contra el buzón rojo de Correo Argentino, el hombre, que ya grabó siete CDs y los vende a $10, mecha temas de Serrat, Víctor Heredia y Silvio Rodríguez con los propios. "Tengo que cantar lo conocido para difundir lo mío", dice. A sus espaldas, sobre las mesas de Il Gran Caffé, comienza a circular el menú del día: spaguetti de mar, copa de vino o gaseosa y postre, por $22.(...)Con una densidad de población ocasional que, según la Asociación Amigos de la Calle Florida, ronda a diario el millón y medio de habitantes siempre de paso, la peatonal contrae, a partir de Córdoba y hasta Marcelo T., el síndrome refinado y cheto que a Barrio Norte le han diagnosticado como crónico. Es el tramo de la Florida Babel donde el inglés, el portugués y demás lenguas se enredan en el aire y en las vidrieras que ofrecen factory leather (fábrica de cuero), coffee (café), take away (comida para llevar), café au lait (café con leche, en francés), ristretto (cafecito, en italiano).En Florida hay más de 1.100 negocios de los cuales, según la página de Internet Reporte Inmobiliario.com, sólo el 3 por ciento está desocupado. Después de participar en un seminario mundial de calles comerciales famosas, sus vendedores pretenden compararla con la Oxford Street de Londres, la Champs Elysées de París o la Quinta Avenida de Nueva York, pero la Florida de hoy no está a la altura. La calle que tuvo el primer ascensor de la ciudad, albergó al Instituto Di Tella y tuvo de vecina a Mariquita Sánchez de Thompson ya no es más el traje de domingo que Buenos Aires usa todos los días, como el escritor Ezequiel Martínez Estrada la definió a mediados del siglo pasado. (...)
Alquilar un metro cuadrado en Florida cuesta 52 dólares por mes, apenas un 6 por ciento de lo que cotiza sobre la Quinta Avenida de Nueva York -852 dólares mensuales por metro cuadrado-.(...)
Después de las diez, la peatonal enviuda y se vuelve tierra tomada por habitantes de los bordes, deambuladores e inquietos por hallar un atajo para llenarse el estómago cuanto antes.(...)

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