Confesión

Uno siempre tiene un muerto en el placard. A veces uno necesita contar ciertos secretos, creo que hoy es una de ésas veces.
Se me había ocurrido la posibilidad de hacerlo a través de Tu Secreto, pero prefiero contarlo acá, compartirlo con los que me leen.
Creo que después de publicar esto, me voy a sentir más liberado, es algo que he guardado por mucho tiempo, pero pocos saben.
Perdón por dar tantas vueltas, lo que pasa es que cuesta, supongo que entenderán, no es fácil, mientras escribo esto, voy tomando coraje, muy de a poquito, mis dedos no se animan a escribir semejante cosa, como que se niegan a que esto salga a la luz, delante de tanta gente.
Bueno, creo que ya es hora, espero que después de contar esto, sigan viniendo a visitarme, que no me discriminen, sepan que a veces, las personas tienen la necesidad de guardar algunas cosas, hasta que no aguanta más y las muestra, y éste es uno de ésos casos.
No voy estirarla más, tengo que decirlo, ahora o nunca:
Cuando tenía 12 o 13 años, escuchaba Europe, si, los escuchaba, y no sólo tenía los dos cassettes que sacaron, además, había un póster en mi cuarto de los cuatro pelilargos.
Qué desastre Dios mío...



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