sábado, julio 02, 2005

Viernes, 3 AM

La madrugada se presenta lluviosa, y me encuentro en un ciber jugando en red con mi cuñadito.
Age of empires ya no es para mi, al menos el pibe me da vuelta como una media por que se puso en su cabeza que me tiene que ganar, compite conmigo con una seriedad que me causa gracia, pero me gusta básicamente eso.
Finalmente me gana, como otras tantas veces lo ha hecho y abandono el juego, prefiero navegar por Internet un rato antes de que siga con esa rabia animal de eliminar por completo la civilización que acabo de construir con tanto esfuerzo...
Leo blogs ajenos, visito el de mi amigo Hoper y me entero que se retira de éste otro juego, se despide sin más vueltas, había comenzado una cuenta regresiva para terminar con su blog, y finalmente se va, como quien termina un ciclo y sólo él sabe que si es para comenzar otro o no.
Camino por la Av. San Martín para irme a casa, sigue lloviendo y mientras mi cuñado se empecina en cargarme por la victoria que ha obtenido, yo me rio de lo que dice mientras pienso en otras cosas, me rio para que crea que lo estoy escuchando, pero en realidad otras ideas van y vienen por mi mente, caminamos bajo la lluvia y sin importarme que se ensucien las zapatillas nuevas que me regaló mi mujer para el día del padre, (regalo de Nacho, dice ella)
Me voy a casa pensando en que me siento bien, cansado pero bien definitivamente, y ese ratito en el que me pierdo en esos pensamientos, me doy cuenta en que me siento grande, adulto, medio tonto por jugar jueguitos de computadora, pero no me importa, pienso que esto mismo podría hacerlo dentro de unos años, con mi hijo jugando con una PC, o vaya a saber uno que es lo que habrá en un futuro no muy lejano...
Llego a casa y mi mujer duerme con Nacho en mi cama, los veo dormir, con esa tranquilidad que sólo el sueño sabe dar, y me da la sensación que estoy haciendo las cosas más o menos bien, y eso me satisface, me hace sentir que soy feliz, más allá de algunos apremios que siempre hay dentro de todas las cosas que uno tiene, pero si pongo en la balanza lo que me sale bien contra lo que sale mal, me parece que me está dando un saldo positivo. Ojalá que los balances me sigan dando satisfacciones.

No hay comentarios.: